Superando el miedo a la mamografía
Es normal tenerle miedo a la mamografía, y temerle a la radiación y al dolor… Pero no permitamos que el temor se interponga en el cuidado de nuestra salud.
La mamografía solo toma segundos. La mamografía es fácil de realizar y ayuda a detectar lesiones sospechosas cuando aún no se palpan ni provocan síntomas. Si eres una mujer joven, el examen te molestará menos si lo programas luego de tu ciclo menstrual, ya que tus senos estarán menos sensitivos.
Respira profundo y relájate mientras te posicionan para el examen. La compresión de los senos es necesaria para extender y dispersar el tejido mamario y tomar imágenes de seno completo. Con la imagen de seno completo se logrará diferenciar el tejido normal de cualquier lesión sospechosa.
Durante el examen se utiliza muy poca radiación. No hay evidencia de que una dosis tan baja de radiación produzca cáncer. En la mamografía de rutina, solo se toman dos imágenes del seno derecho y dos del seno izquierdo. Por lo tanto, por un tiempo muy corto nos exponemos a un mínimo de radiación. Al mantenernos quietas durante el examen evitamos que las imágenes salgan borrosas y que se presente la necesidad de realizar tomas adicionales.
El miedo al resultado es una reacción normal. Ninguna persona desea tener cáncer. Por eso mientras esperamos por el resultado de nuestro examen estaremos inquietas y a la expectativa. Superemos el miedo y cuidemos de la salud de nuestros senos. Así evitaremos enfrentarnos a la tristeza, a la angustia y al verdadero dolor de un diagnóstico de cáncer avanzado.
Si tienes 40 años o más, no esperes, acude a hacerte la mamografía con tu mejor amiga o alguna mujer importante en tu vida.
La mamografía salva vidas.
Lee más en sobre el tema en http://nationalpainreport.com/14-tips-for-less-painful-mammograms-8831792.html y https://swcwc.net/blog/overcoming-fear-of-mammography/
