Reflexión de Jaluxmi Villegas, Enfermera Oncóloga y Manejadora de Casos

Imagen fotográfica por: Migdalia Arce Calderón
MI TRABAJO ES UN PRIVILEGIO, NACÍ PARA SER ENFERMERA…
Mensaje con motivo de la Actividad Imágenes que Conciencian sobre la Detección Temprana del Cáncer de Seno del Hospital HIMA•San Pablo Oncológico, celebrada el viernes, 26 de octubre de 2018
Mi sincero respeto para los pacientes de cáncer y todos los pacientes en general. Mis felicitaciones a los sobrevivientes y bendiciones para todos los que laboramos en este hospital. Sobre todo envío un mensaje de fortaleza a cada familiar del que peleó la batalla y ya no se encuentra con nosotros.
Pertenezco al equipo de trabajo del Centro de Radioterapia y Radiocirugía Robótica del Hospital HIMA•San Pablo Oncológico. Allí me desempeño desde el 2007 como Navegadora de Pacientes y Manejadora de Casos. Y he sido convocada a esta actividad para reflexionar junto a ustedes sobre mi labor.
Mi trayectoria como Enfermera ha estado llena de retos y satisfacciones. Mi profesión es una que permite conectarse con el dolor humano y ser parte de los procesos de sanación. Mi trabajo es muy gratificante por lo cual doy Gracias al Señor, ya que me permite usar mis talentos dentro de esta profesión que tanto disfruto y amo. No me veo trabajando en otro sitio que no sea éste mi Hospital… Esto y mucho más es lo que me motiva a realizar mi trabajo en el área de Oncología.
La parte más fácil de mi trabajo es que me permite desempeñarme como profesional de la salud. Además me permite canalizar todos los servicios que el paciente amerita según sus necesidades. Desempeño el proceso de Navegación coordinando y facilitándole al paciente el acceso a todas las áreas de servicio que incluyen pero no se limitan a: Educación en Salud, Trabajo Social, Nutrición, Medicina Nuclear, Centro de Imágenes, Psicología, Capellanía, Cirugía, Servicios Clínicos Especializados, Enfermería Oncológica y otros muchos más. Esto me permite proveer al paciente los más altos estándares de cuidado y de servicio médico. Además del cuidado físico que el paciente requiere, éste necesita la paz y la tranquilidad que le brinda poder contar con un equipo multidisciplinario de apoyo que atiende aquellas necesidades adicionales que incluyen la necesidad de educarse y de recibir apoyo económico, psicológico, emocional y espiritual. Por eso, el cuidado al paciente se trabaja holísticamente considerándole como un ser único, que merece tratarse con empatía y respeto y con un servicio abarcador que esté a tono con sus necesidades y las de sus familiares.
Mi trabajo me da la oportunidad de ser agente de paz y consuelo. ¡Y es que trabajar para el paciente y su familia, garantizar un trato respetuoso, profesional y efectivo que facilite el manejo de tan difícil situación, es un privilegio!
El Hospital HIMA•San Pablo no es tan solo mi lugar de trabajo, sino también mi segundo hogar. Es ese lugar en donde encuentro a diario a esa otra familia, el lugar en donde he encontrado bendición y sanación para los míos durante momentos de enfermedad. Por eso entiendo cuando el paciente rememora los momentos gratos que pasa en nuestra institución, no importando la situación que le trajo a nosotros ni el desenlace aunque éste no haya sido el esperado ni el deseado.
Reconozco que a veces la labor también es triste y difícil por demás… El reto más fuerte es el emocional. Me identifico con el paciente. Entiendo su temor por lo desconocido, el debilitamiento que le produce su enfermedad. Y toda esta experiencia que vivimos y compartimos juntos trae su propia carga y tristeza, especialmente cuando me encuentro impotente para hacer más. Además vemos como el temor paraliza y en muchas ocasiones no permite que tomemos las mejores decisiones para con el tratamiento. Pero sepan todos que en los tiempos difíciles también existen oportunidades… Por eso mi mensaje final es que le permitan al médico ser mediador entre Dios y la ciencia…. Y TODO LO QUE HAGAIS, HACEDLO DE CORAZÓN, COMO PARA EL SEÑOR Y NO PARA LOS HOMBRES; SABIENDO QUE DEL SEÑOR RECIBIREIS LA RECOMPENSA. Colosenses 3:23